Un estudio muestra que los niños que utilizan las redes sociales antes
de dormir descansan casi una hora menos durante la semana que los que rara vez
se conectan a Internet en la noche.
"Utilizar la tecnología en el dormitorio resta horas de sueño,
retrasa el inicio del descanso y aumenta la somnolencia diurna, entre otros
problemas", dijo por e-mail la autora principal, Teresa Arora, de la
Escuela de Medicina Weill Cornell, Doha, Qatar. "A la vez, eso limita el
rendimiento diurno, en especial en la escuela", reseñó la edición
colombiana del portal Terra.
El equipo de Arora halló que las horas de sueño de los niños de entre 11
y 13 años disminuían significativamente cuando usaban el teléfono celular,
navegaban en Internet, jugaban con videojuegos, miraban la TV, escuchaban
música o usaban la computadora para estudiar antes de acostarse.
Redes sociales y sueño
El uso de las redes sociales fue el hábito que más horas de sueño restó.
Los participantes que se comunicaban con amigos vía Internet antes de ir a la
cama eran los que menos horas dormían (8,10 por noche, versus las 9,02 horas
que descansaban los que no se conectaban antes de dormir).
Los autores revisaron las respuestas sobre hábitos de sueño y uso de
tecnología de 738 estudiantes de siete escuelas elegidas al azar en 2010 en la
región de Midlands, Inglaterra.
Los participantes que miraban TV antes de dormir eran cuatro veces más
propensos a decir que se despertaban varias veces durante la noche que los que
no tenían ese hábito. El uso nocturno de las redes sociales triplicaba esos
microdespertares. Y los que jugaban con videojuegos o escuchaban música en la
cama tenían más problemas para dormir que los que no lo hacían, según publica
el equipo en Sleep Medicine.
Estos resultados no sorprendieron a la doctora Nanci Yuan, directora
médica del Centro de Sueño del Hospital de Niños Lucile Packard, Palo Alto, California,
y que no participó del estudio. "La tecnología hizo que todos los grupos
etarios, pero en especial los adolescentes, tengan problemas para dormir",
dijo Yuan, investigadora de Stanford University.
"Estamos detectando más
trastornos del sueño en la sociedad y más aún en los adolescentes",
aseguró.
Dijo que la población de entre 11 y 13 años necesita dormir entre 10 y
11 horas seguidas por noche para cuidar la salud. Recomendó que los
adolescentes apaguen todos los equipos electrónicos, que no deberían estar en
la habitación, por lo menos una hora (lo mejor son dos horas) antes de
acostarse.
"Dormir debe ser una prioridad tan importante como la buena
alimentación y el ejercicio", insistió Packard
